Resonancia

En lo alto de las montañas de Zacatlán, nos reunimos durante un fin de semana para explorar el poder del silencio, la palabra y la presencia. Este retiro fue un espacio para desatarnos del ruido, las prisas y el hábito de mirar hacia afuera. Nos sumergimos en la energía emocional, en el valor de lo no dicho, y en la medicina del silencio.

Acompañamos como terapeutas un proceso íntimo de conexión emocional y profunda escucha interior, donde cada respiración fue una semilla y cada encuentro, un espejo.

Fue un viaje hacia lo esencial, donde el cuerpo, la emoción y el alma se encontraron en comunión.

En esta ocasión, tuvimos el honor de compartir una conferencia en línea con Harvard Divinity School, en el marco del encuentro titulado Resonance of the Divine.
Un espacio de diálogo profundo donde exploramos cómo lo sagrado se manifiesta en el arte, el sonido y la experiencia interior. Compartimos reflexiones y prácticas sobre la forma en que lo divino resuena en el cuerpo, en la música y en la experiencia espiritual viva. Una oportunidad para expandir puentes entre lo ancestral y lo contemporáneo, entre la mística y lo cotidiano.

En el corazón de Harvard, el cacao abrió un círculo de escucha, presencia y transformación.
Durante el Programa para la Evolución de la Espiritualidad 2024, nos unimos como parte de Oceyolotl para ofrecer una experiencia que entrelazó ceremonia, juego y sanación: Animalia, una experiencia de autoconocimiento emocional guiada por la sabiduría simbólica de los animales.
Fue un espacio vivo de conexión, celebración y memoria ancestral, donde la espiritualidad se manifestó en comunidad, cuerpo y escucha.

Rodeados por la fuerza de los cerros sagrados de Tepoztlán, como equipo de Oceyolotl participamos en una experiencia que entretejió tradición, juego y sanación.
A través de Animalia, un juego ritual, abrimos un espacio de exploración emocional, donde cada participante pudo reconocer su camino interno acompañado por la guía simbólica del reino animal.
El cacao sostuvo el círculo y la escucha nos hizo comunidad.